El término árido puede definirse como un fragmento de roca de origen mineral o reciclado, que mide hasta 125 mm, y que se utiliza principalmente en el ámbito de la construcción y las obras públicas para la construcción de estructuras (hormigones, edificios y puentes) y las obras públicas (carreteras, autopistas y vías férreas).
Estos áridos proceden de la explotación de canteras y arenales (rocas blandas y rocas macizas) pero también a través de las extracciones marinas por dragado. Dado que las normas ambientales son cada vez más estrictas, se está incrementando el desarrollo del árido de reciclaje, procedente de obras móviles o de la revalorización de productos industriales como las escorias, y sin duda ocupará un importante lugar en los próximos años.